martes, 12 de junio de 2012

Soneto de Diego Blanes, 3º A



 SONETO A LA MÚSICA
No me mueve, mi amada, para quererte
el gozo que me tienes prometido,
ni me mueve el ridículo tan temido
para dejar por eso de evitarte.
Tú me mueves, Amor, muéveme el verte
clavada en un papel y enmudecida,
muéveme oír tu son, tan herida,
muévenme tus silencios tan ausentes.
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera,
que aunque no hubiera oídos, yo te amara,
y aunque no hubieran voces, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

Variación del poema místico "Soneto a Cristo crucificado".

1 comentario:

  1. Aunque no hubiera oídos, yo te amara
    y aunque no hubiera voces, te temiera.

    ¡Preciosa definición del amor a la música!

    Sólo el arte puede transmitir lo que no se puede describir.

    ResponderEliminar