domingo, 17 de mayo de 2015

Despedida de Sancho, por Jota Garno



Desde el mismo instante en que Alonso Quijano recuperó la cordura y sabía que le quedaba poco tiempo de vida, Sancho ni dejó de llorar, ni se separó de él en ningún momento.

En sus últimos días, los dos tuvieron una conversación muy emotiva, ideando planes futuros, suavizando la muerte mientras se acercaba.

Don Quijote se disculpó por haberle hecho parecer loco sin serlo, Sancho se excusó diciendo a lágrima caída:“¡La mayor locura que puede hacer un hombre en esta vida es dejarse matar por la tristeza!”.

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